Que la brisa acaricie tu rostro...

Racional empedernida
caminante vocacional.
En el camino te sientes libre
aunque no es la verdadera libertad.
El camino esta escrito
te guían las huellas de los demás.
Hay un destino, un principio y un final.
Todo esta orientado y es seguro
¡Que fácil es caminar!
Cargas con la mochila repleta
con lo que no vas a necesitar.
Te pesan los recuerdos
no dejas nada atrás.
Si buscas la libertad plena
tendrás que empezar a descargar.
Desnúdate del pasado
tira los temores al mar.
Tu viaje al futuro…va a empezar.
Que la brisa acaricie tu rostro
disfruta del placer de navegar.
Dale oportunidades al destino
no te rindas ante la grandeza del mar.
Sigue los reflejos del Sol y la Luna.
Después de un horizonte…otro
como en la vida, nunca ves el final.
Caminar, sabemos todos
solo unos pocos saben navegar.
El mar esta tranquilo, no hay temporal.
Los piratas están de vacaciones
no vas a naufragar.
Sujeta fuerte el timón
para de vez en cuando, poderlo soltar.
Hay que nadar y perder la ropa
¡Ya sé que es irracional!
Que la brisa acaricie tu rostro
disfruta del placer de navegar.

Policaricus, Septiembre 2005

Pintura.La mujer de la mar, Alberto Escobar.

Bruja

Cómeme la boca, Bruja…
devórame con pasión,
estrenamos fantasías
entrégate con sumisión.
...Porque somos de la misma piel.


Policaricus, septiembre 2005

Besos

Que hablen de una vez los besos
que rompan este silencio matador.
Besos sin moderación,
húmedos, llenos de pasión.
Besos robados con osadía
regalados con provocación.
Besos discretos y a escondidas
otros dados con ostentación.
Besos al principio, besos al final
besos durante toda la función.
Besos de rompe y rasga
preámbulo del amor.
Besos lujuriosos, por vocación.
Besos cómplices del vicio.
Aderezados con mil fluidos
pasean por tu cuerpo, sin dejar un rincón.
Los besos no engañan nunca
solo entienden de amor.
Hay que vivir, este momento mágico
igual mañana solo es recuerdo… obsesión.

.

Policaricus, Septiembre 2005

Llueve-me.

Como una nube traviesa de verano,
amenazas desde el cielo de las fantasías.
Eres agua… eres vida.
Tus movimientos te delatan,
hay tormenta en tus entrañas.
Rocía mi cara, refresca mi cuerpo ardiente, calma mi sed.
No me niegues ni una gota, ni una quiero perder.
Riega bien… mi alma seca y agrietada.
Deja que te saboree…
Dame tu lluvia de pasión.



Policaricus, Septiembre 2005
Hombre Lluvia. Oleo sobre tela. Alejandro Dorantes

Espérame...

Por fin te encuentro.
En el horizonte te sentías segura.
Pero ya ves…
Hoy he salido en tu búsqueda.
Te abrazaré. Serás mía.
Quédate quieta y espérame,
Que siempre que llego al horizonte…
Vuelves a desaparecer.

Policaricus, Septiembre 2005
Fotografia de Olga Gouveia.

Sin Límites

¿Quien tiene el lápiz que marca los límites? Que me lo deje, que no me quiero equivocar.
Se que lo tienes tú… marca tus limites y dámelo de una vez. Quiero tenerlo yo para poderlo romper.

Marca tus límites, princesa, y dame también la goma de borrar.
Se que la tienes escondida en el bolsillo de tu vaquero apretado.
No te has dado cuenta que no dejo de mirar.

Policaricus, Septiembre 2005
Beyond Desire. Grabado. Roberto Gonzalez

El sofá

Lo difícil es dar el alma. Te lo voy a explicar.

De rodillas en el brazo, como una gata en celo, te apoderas del sofá.

La frente, clavada en el cojín central,

tus manos sudorosas se sujetan donde pueden,

no es cuestión de perder el equilibrio.
Has aprendido a navegar.
Las rodillas, separadas con intención, me lo vas a regalar.

Adivinas que mi rostro se acerca lentamente, quieres más.
Con las yemas de mis dedos separo dulcemente tus nalgas,
para que la luz de mis ojos ilumine tus rincones más ocultos.
La cercanía, me permite conocer la fragancia de tus hormonas,
liberadas desde tus entrañas.
Hay humedad.
Lo difícil es dar el alma. También la quiero devorar.

Mi lengua tímida e indecisa, no sabe por donde iniciar su largo recorrido.
Hay tanto por explorar.
Tus ligeros movimientos oscilantes la encantan como a una serpiente,

aturdida por el banquete que se le avecina.

La saliva inunda mi boca y se asocia con tus fluidos.
Te empiezo a saborear.
Tus gemidos inundan la estancia, me gusta este sofá.
Lo difícil es dar el alma. Te la tendré que arrebatar.

Cada vez que tome un café en el Muebles Navarro,

no podré evitar...recordar aquella tarde.

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Policaricus, Septiembre 2005

Nu couché de dos . Amedeo Modigliani

Desconocida.

No te conozco. Y parece que te siento cerca desde hace tiempo. Me gusta.
Me pregunto si existes realmente, o eres fruto de mi imaginación o tal vez un juego de la tuya. Seria un juego muy aburrido si solo tú conoces y manejas las reglas... seamos cómplices.
He decidido pensar que existes y eres tal y como te estoy diseñando en mis fantasías. Me gusta moldearte a mi elección. Puedo imaginarte rubia platino o morena azabache. Alta y delgada, o voluptuosa con generosidad… me da lo mismo. No puedo ni debo escoger. Ya existes.
Necesito saber lo que pasa por tu mente...entrar dentro de ti y acariciar tus fantasías…tocar tus pensamientos…abrazar tus deseos.
Quiero asomarme por el escote de tu blusa y compartir tus debilidades. Arremángate la falda del pudor y muéstrame tus secretos.
Dame la mano y pasearemos por el lado oscuro.
Es un largo camino.


Policaricus, Septiembre 2005

Equilibrio

Ni soples...estoy en fase creativa y mi musa ya tiene que hacer demasiados equilibrios.